El gran lirismo y belleza de las imágenes y la música sublime de la Pasión según San Mateo, de Bach, contrastan con el pesimismo del mensaje que transmite el video de animación. Delicada y potente al mismo tiempo, hermosísima y carente de esperanza, la obra dialoga con la historia del arte occidental. Los dibujos se inspiran en Miguel Ángel -Juicio Final, Piedad- y en Friedrich -Viajero en un mar de niebla- y narran la irremediable caída del ser humano.
Un hombre que, como un funambulista, camina entre dos rascacielos, metáfora de la contemporánea lucha por la supervivencia; un portaaviones; el fondo del mar como purgatorio y, finalmente, la Piedad. La Piedad, que claramente evoca la de Miguel Ángel, no sigue la tradición cristiana; toma de ésta el símbolo, del que hace una nueva lectura. La Piedad es ahora masculina, es un hombre quien sostiene en su regazo el cuerpo yacente, que se atomiza, desaparece. Por momentos pensamos que podría haber una redención a través de la belleza, pero no es así. No hay salvación ni resurrección; la ilusión se desvanece en las manos de quien sostiene al irredimible ser humano, o a lo que queda de éste.
Desilusión por lo que pudimos ser y no fuimos. Nos quedamos en nada, preguntándonos quiénes somos.
Hola Alejandra
ResponderEliminarLo primero y antes de nada mi mas sincera enhorabuena por retomar tu blog. Leer posts tan bien escritos que rezuman tanta sensibilidad hace que por unos instantes te olvides de todo. Por cierto, muy buena la cita de Audrey Hepburn con la que ilustras tu perfil.
Como la otra vez, te animo a que escribas con mas frecuencia. El tiempo no es excusa cuando una persona tiene tantas cosas que decir.
Un saludo
Carlos
Hola Carlos:
ResponderEliminarde nuevo gracias. Es siempre un placer y una satisfacción saber que mis palabras pueden calar tanto.
¿Has tenido ocasión de ver esta maravilla de obra de Miao Xiaochun?
La cita de Audrey Hepburn ilustra a la perfección mi manera de ver la vida.
Seguiré tu consejo y escribiré con más frecuencia. Además, tengo otro blog en mente.
Un saludo,
Alejandra